miércoles, 2 de julio de 2008

Con esta sangre alrededor...

Dado que mi relato final, basado en una entrevista, es el resultado de una exhausta investigación, de leer libros, de ver películas y de escribir; no podía dejar de recordar(me) el camino que elegí, recorrí y que me llevó a esto hoy. A eso me refiero al por qué siempre escribo al menos una vez al año sobre eso: eso que se llama Identidad...
Años interesada en ello, motivo por el cual decidí subir este artículo que escribí una vez para el periódico escolar. Creo que puede ayudar a enriquecer mi trabajo, cargado de verdaderamente, AÑOS de interés e investigación.


"Año 2006, año 1976... este es el año en el que se cumplen 30 de aquel nefasto y traumático 24 de marzo. Al comenzar a reflexionar sobre lo sucedido, y tomando como base el concepto"Identidad", no se pudo contener la incertidumbre y la pasión por saber qué pasó y cómo construir una sociedad pensante y no manipulable; para que no vuelva a suceder. Fue así que emprendí una visita el mismísimo 24 de marzo de la corriente, al museo de Recoleta, el llamado Museo de la Memoria, donde se exponían distintas manifestaciones artísticas como pinturas, esculturas, música y demás. Al entrar, la sorpresa fue grata: el lugar estaba colmado de gente. Había gente mayor, gente proveniente de la generación sacudida y gente joven como yo. Caras de asombro y mezcla de angustia por ver lo que había escrito en las paredes. Eso fue lo más llamativo y a la vez gratificante. Es decir, fue un lindo momento observar a los jovenes presentes allí, interesados sobre su país y su historia y también verlos y, mejor dicho vernos, luchando por la causa, tan solo con la presencia en el lugar.
Creo que a todos los que estabamos allí, nos ocurría lo mismo. Había una frase resonando en nuestra conciencia: 'nunca más'. A medida que seguía caminando y entrando en las distintas salas, no dejaba de decirme lo impresionante que era todo y lo indignada que estaba. Hasta apareció la necesidad de salir a respirar aire puro afuera, ya que la situación del interior del museo era densamente triste y hasta insoportable.
Lo más impresionante era la manera en la que el valor y el derecho a la identidad, estaban volcados allí. Pues, es difícil pensar que alguien podía incluír un tema así, como la dictadura y la identidad, en una sala de paredes blancas y con tan solo una fotografía o frase colgada. Fue sorpresivo que la presencia de una sola producción artísticahaya sido tan fuerte, significativa y hasta explicativa. Creo que esa misma sensación fue la predominante para todo el público, y fue lo más valioso. Todos los presentes pudieron sentir el clima; lo que querían transmitir los distintos autores; lo que sintieron aquellos 30.000; y, por qué no, la verguenza que sentimos los argentinos al ver tales aberraciones sucedidas en nuestro propio suelo.
Todo esto, nos lleva una vez más a reflexionar. Y por sobre todas las cosas, la idea de: HACER. En pocas palabras: ya basta de hablar, es hora de actuar. Es por ello, que el 24 pareció un día reflexivo y para hacer algo por las vidas perdidas y aquellas que andan por ahí, desconocidas. Esperamos que todos, si no lo hicieron previamente, puedan darse un lugar en este momento al leer estas líneas, para reflexionar e informarse. Si no se sabe lo que pasó, si no se sabe de una historia, no hay una base para seguir con lo que viene, para armar lo que en un futuro será la historia de otros. Y por sobre todo, para que otros no vuelvan a sufrir y en las próximas generaciones, ya nadie tenga que establecer un feriado más en el calendario en conmemoración de toda una generación. Y por sobre todo, que ya nadie tenga que pisar un museo en vista de intentar recuperar las historias perdidas".

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